Durante la lactancia, muchas mujeres se quejan de grietas y dolor en los pezones, pero esto no es una consecuencia inevitable de amamantar a tu hijo. Con una correcta colocación, tuya y del bebé, permitirás una alimentación más satisfactoria para él y tú te sentirás más aliviada. Como sé que las dudas sobre cómo colocar al bebé son habituales, te dejó aquí algunos consejos muy prácticos.
1. La postura
El objetivo es que tanto tú como tu bebé estéis cómodos, independientemente de si estás tumbada o sentada. Es conveniente que estéis muy juntos, con todo el cuerpo del bebé en contacto con el tuyo. El bebé debe estar mirando hacia ti, con la cabeza y el cuerpo formando una línea recta, ya que si tiene el cuello flexionado le costará más tragar.
Si estás sentada, debes tratar de mantener tu espalda recta, y es bueno que eleves un poco las rodillas. La cabeza del niño debe reposar en tu antebrazo (y no a la altura del codo), y es mejor que sujetes todo su cuerpo hasta las nalgas, a que le sujetes solo la espalda.
2. El agarre
Para que tu hijo se alimente bien, y no te duela, debes introducir casi toda la aureola mamaria en la boca del niño. Tu pezón debe quedar más cerca de su labio superior que de su labio inferior, para que pueda mover la lengua cómodamente, ya que ese movimiento es el que estimula la salida de la leche. El labio inferior del bebé debe quedar vuelto para abajo, y el mentón debe tocar tu mama.
3. El acercamiento del bebé para que empiece a mamar
Empezarás acercando tu bebé al último pecho que le ofreciste la anterior vez, ya que éste suele quedar peor vaciado. Para estimularle a abrir la boca, rózale su boca con el pezón, y a continuación desplázale hacia el pecho. El niño se prenderá más fácilmente si se le acerca desde abajo, pero asegurate de dirigir el pezón hacia el tercio superior de su boca.
4. ¿Cómo saber si está mamando correctamente?
Hay varias señales que nos indican si el bebé mama bien. Por ejemplo, cuando el bebé está succionado correctamente, sus mejillas no se hunden hacia dentro, sino que están bien redondeadas.
Al acabar, si el pezón queda aplastado, significa que no se está haciendo bien. Debe quedar redondeado.
5. Errores comunes
- Creer que es normal que te duela el pecho. Que te duela el pezón cuando el niño empieza a mamar es normal, pero no lo es que te duela durante toda la succión. En ese caso, o el niño está mal agarrado o existe algún otro problema.
- Poner los dedos sobre tu pecho en posición similar a una tijera, ya que esto impide al bebé acercarse lo suficiente, y además te provoca grietas. Si tienes los pechos muy grandes, es mejor que los sujetes por debajo, a la altura de las costillas.
- Lavar el pecho después de cada toma, pues así se reseca la piel y eso favorece la aparición de grietas. El pezón segrega su propia protección, eso y dejar el pecho al aire, es lo más conveniente para evitar el resecamiento. No uses cremas especiales si no te las recomienda tu médico, en principio con la higiene habitual es suficiente.
- Agachar la espalda. Debes estar recta mientras le das de mamar o tu espalda se resentirá.
- Agobiarte. La lactancia debe ser un momento de comunicación entre madre e hijo. Disfrútala y no te obsesiones con si está comiendo bien, lo suficiente o si está tardando mucho a menos que haya algún problema objetivo.
¿Qué otras recomendaciones sigues tú?