Los estados de estres efectivamente pueden influir en el feto. Si es una tensión o un estrés moderado, un caso puntual y no repetido durante el embarazo, no pasa nada. Pero si se convierte en un estrés crónico puede llegar a afectar al bebé, y podría llegar a nacer un bebé más pequeño de lo normal.
Lo primero es tu bebé, así que intenta relajarte. Practica ejercicios mentales y respiratorios, o actividades como el yoga que ayuden a relajarte. Si no lo consigues busca ayuda profesional.
Hace ya algún tiempo te dábamos varios consejos para controlar el estres durante el embarazo. Puedes leerlo pinchando AQUÍ.