El sol es bueno para el cuerpo humano porque nos ayuda a fijar el calcio sobre los huesos y en este sentido es especialmente beneficioso para las embarazadas. Sin embargo, también tiene enfectos negativos como la máscara del embarazo o el cloasma, que no afecta al bebé ni es grave, pero sí evitable con protección y precaución, claro.
Una crema de factor elevado, superior al 20, es fundamental en todo momento para las embarazadas. Bien sea en la playa o simplemente por la exposición de cara y extremidades en un día caluroso el uso de una crema protectora será necesario.
El mejor consejo es que la embarazada acuda a su médico para buscar asesoramiento y a un dermatólogo si es necesario para que la aconseje sobre las peculiaridades de su piel y así de sus necesidades.
En muchos centros de cosmética especializados ya se realiza este asesoramiento, y aún más en verano para buscar la protección adecuada para cada tipo de piel.
Si la embarazada no se ha protegido correctamente contra los rayos del sol corre el riesgo de que le aparezca un cloasma, también llamado «máscara del embarazo», que es una pigmentación oscura de la piel de las zonas que rodean los labios, ojos, pómulos, frente y nariz y que crea una forma muy parecida a una máscara.
No se conoce su causa exacta, pero parece que no hay duda de que está relacionada con el sol; algo así como una fabricación excesiva de melanina en las zonas señaladas a causa de una reacción hormonal del cuerpo para proteger a la embarazada del sol.
Aparece alrededor del cuarto mes y es más frecuente en mujeres jóvenes de tez morena. Se intensifica su color durante el embarazo y suele desparecer cuando la mujer da a luz y se produce la reordenación hormonal. Si la máscara persiste debe acudirse al dermatólogo que determinará la causa y propondrá soluciones a la afectada, normalmente a base de cremas blanqueadoras de la piel.
Si sufres de cloasma no creas que es un cáncer o una enfermedad grave, solo es una reacción física de autoprotección que no supondrá más que el cambio de color de tu cara, algo pasajero y no muy estético pero en ningún caso grave para la salud.
Vía: Terra