El correcto uso del chupete

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El uso del chupete es una práctica muy extendida, ya que prácticamente todos los bebés tienen uno, pero aunque este utensilio cumple su función, también trae algunas desventajas.

El objetivo del chupete es tranquilizar al niño, calmando su deseo de succionar y evitando que se chupe el dedo. Pero el abuso puede provocar problemas de dentición y dificultades para mamar correctamente.

Es por eso que conviene seguir una serie de recomendaciones a la hora de ofrecer el chupete al bebé.

Lo primero que hay que tener claro es que no debe ser un compañero inseparable de nuestro hijo. Es un elemento útil para darle mayor bienestar, pero no debe ser el recurso para todo. Otras recomendaciones son las siguientes:

  • No se lo ofrezcas durante las primeras semanas de vida. Solo cuando el bebé  haya aprendido a mamar correctamente.
  • No lo uses cada vez que llore, primero trata de averiguar qué le pasa y considera si esa es la mejor manera de consolarlo. Es una buena idea utilizar el chupete cuando, por ejemplo, no puedes cogerlo en brazos o si se encuentra muy irritable -pero no le pasa nada más-.
  • Lávalo y esterilízalo a menudo, pues puede ser fuente de infecciones.
  • Nunca lo sujetes con una cinta a su cuello, ya que podría engancharse y ahogarle. Puedes sujetarlo a la ropa, y mejor con una cadena de plástico.
  • Cambia el chupete con frecuencia, pues se deforma con facilidad.
  • Suprímelo antes de los dos años, para evitar problemas en boca y dientes. Si quieres consejos para retirarle el chupete, pincha aquí.