La piel de un bebé es mucho más fina que la de los adultos por lo que los cuidados que debemos proporcionarlo son mayores, ya que es muy susceptible de sufrir irritaciones, infecciones y pérdida rápida de agua.
A medida que el niño crezca la piel del bebé se irá fortaleciendo al estar en contacto con las características del medio; temperatura, luz, rayos solares, aire…
He aquí algunos consejos a tener en cuenta para el cuidado de la piel de los más pequeños:
- la ropa de bebé mejor de fibras naturales, como el algodón
- usar detergentes poco agresivos con la ropa del bebé (hay algunos especiales) y si lo consideras necesario aclárala dos veces para eliminar todos los residuos del detergente
- no frotar al bebé tras el baño, sólo presionar suavemente la toalla
- usar un gel de baño y un champú adecuado, el cuero cabelludo es también muy delicado en los bebés
- con recomendación médica usar una crema hidratante sobre la piel del bebé, extendiéndola bien para que la piel respire y no se obstruyan los poros
- usar crema de protección solar, con consejo médico previo, cada vez que se exponga al bebé al sol
- conviene cambiar el pañal lo más a menudo posible para evitar irritaciones, evitando apretarlo demasiado
- es mejor limpiar al bebé con agua que con toallitas húmedas