Durante los meses del embarazo es fundamental cuidar tus hábitos diarios y tu alimentación. Una correcta alimentación es un pilar esencial para una gestación saludable y un futuro bebé sano. Con la Navidad nuestra rutina diaria se ve bastante altera lo cual es normal y tampoco es sensato renunciar a ello, aunque debemos tratar de seguir con nuestros hábitos saludables y no dejarnos llevar por las tentaciones de la Navidad.
Es normal y sensato pensar que «un día es un día» y por por un exceso no pasa nada, pero esto no debe llevarnos a ideas erróneas. Comer sin medida puede provocar numerosos problemas o complicaciones. Tampoco se puede caer en el error de pensar por tomar una o dos copa de vino o campán no pasa nada.
Si sufres alguna complicación durante el embarazo, como diabetes gestacional o preeclampsia debes extremar las precauciones cuando comas en Navidad.
La embarazada no debe descuidar su alimentación en ningún momento, por lo que aunque un día puede hacer un excepción debe seguir una serie de pautas.
No debes comer muy rápido, abusar de los postres y dulces, elegir platos copiosos y grasos tiene consecuencias, porque obligas al estómago a trabajar mucho más de lo habitual con la consiguiente sensación de malestar y pesadez y durante el embarazo estas molestias provocan mayor malestar y luchar contra ellas no es fácil.
Ya normalmente durante el embarazo las digestiones pueden volverse de por sí complicadas por la menor movilidad gastrointestinal asociada a estreñimiento y exceso de gases, relajación del esfínter que comunica el esófago con el estómago que favorece el reflujo de ácidos de estómago a esófago.
Por tanto, si comemos de forma excesiva vamos a sufrir en mayor grado estas complicaciones digestivas. Pero si sigues una serie de recomendaciones es probable que te libres de las molestias digestivas.
Trucos para evitar las molestias digestivas en Navidad
- Una de las claves para evitar las molestias digestivas en el embarazo es la moderación en la cantidad. Está claro que en Navidad se come de más, no te vas a pedir que no comas, pero sí que no comas hasta reventar! Puedes comer un poco de todo pero sin devorar lo que hay en la mesa.
- Es importante que mastiques muy bien la comida para darle menos trabajo al estómago.
- Evita los alimentos que provocan digestiones pesadas (tarea difícil en Navidad), como los platos grasientos, las guarniciones pesadas, como las frituras, las salsas y cremas, sobre todo las realizadas con natas, quesos y en general mucho aceite. Y también evita los platos muy elaborados, como los pasteles de carne o platos a base de hojaldre.
- Por tanto, opta por platos con elaboraciones ligeras, como al horno a la plancha, y acompaña los platos con aliños, guarniciones y salsas ligeras, como una salsa de yogur, setas salteadas, verduras a la plancha, espárragos, etc.
- Cuidado con las especies. Las picantes no te van bien porque irritan la mucosa gástrica.
- Las carnes blancas así como el pescado resultan más digestivas que las carnes rojas, así como el cordero o el pato que resultan bastante pesados para el estómago. Ante la duda apuesta por un pescado blanco al horno que siempre es la opción más digestiva.
- El vinagre de manzana y de zumo de limón, son los vinagres más digestivos y ayudan a reducir la acidez.