Al tomar el sol debemos proteger la tripa de forma especial con protectores solares especiales para esta zona del cuerpo. Aunque la mejor recomendación para la embarazada es no abusar del tiempo de exposición, evitar las horas centrales del día y permanecer a la sombra. El aire y la refracción de los rayos solares broncean de forma menos directa e intensa.