Es realmente imposible que los juguetes del bebé estén todo lo limpios que quisiéramos más que nada porque se pasan casi todo el día en el suelo, pero eso no es excusa para no lavarlos con frecuencia.
Lo ideal es lavarlos antes de ofrecérselos con agua tibia y jabón. Y también resulta prácticos lavarlos antes de guardarlos cuando el peque haya acabado de utilizarlos, así cuando los vuelva a usar estarán listo y limpios!
Hay que tener especial cuidado con los juguetes que se llevan a la boca, como los mordedores. Cuando caigan al suelo lo mejor es que los pases por agua o, bien, lavarlos con jabón si están muy sucios.