Al mager de otros factores, la realidad es que la edad influye a la posibilidad de embarazo. Y es que la edad de la madre es uno de los factores clave a la hora de lograr un embarazo. Con la edad disminuye el número de óvulo y su calidad, lo que reduce la fertilidad y dificulta la concepción y el embarazo.
Hoy la medicina nos brinda muchas posibilidades para favorecer la fertilidad y su uso va en aumento, lo cual está muy relacionado con la edad media en que las mujeres tienen su primer hijo.
En España el primer bebé se tiene entorno a los 30 años y es que es justo a esa edad donde se reduce de forma llamativa la capacidad de un óvulo de dar lugar a un recién nacido sano.
Tenemos una cantidad de óvulos limitada que con la edad se reduce.
Desde el periodo fetal, cada mujer cuenta con un número determinado de óvulos que irán desapareciendo a lo largo de su vida.
La calidad de los óvulos en cuanto a la posibilidad de dar lugar a un recién nacido sano disminuye con la edad.
El descenso de número de óvulos hacen que los que van quedando sean de peor calidad ya que además del paso del tiempo han podido sufrir agresiones de radicales, tóxicos, virus, etc.
Por lo que cuanto mayor es la madre más posibilidad hay de que el bebé no nazca sano y sufra anomalías genéticas, como el síndrome de Down o acabe en aborto.
Alteraciones de los órganos reproductivos. Con la edad aumenta el riesgo de sufrir endometriosis, quistes ováricos, así como miomas, que dificultan y en ocasiones imposibilitan la concepción.