A partir del medio año el bebé ya podrá beber más líquidos además de la propia leche materna. La mayoría de los pediatras indican los seis meses como la barrera mínima antes de empezar a probar con nuevos alimentos y sabores que hay que ofrecer al bebé de forma escasa y paulatina.
Estos líquidos serán una gran arma cuando, sobre todo en verano, el calor aceche y queramos mantener hidratado al bebé.
Y es que si hace unos días os contaba que la mejor forma de mantener al bebé hidratado cuando es lactante es aumentar las tomas y disminuir el tiempo de las mismas ahora os digo que cuando deja de ser lactante lo mejor es darle de beber un poquito de agua de vez en cuando para refrescarlo y mantenerlo hidratado.
Y es que su estómago está más maduro y si antes se engañaba porque el agua podría saciarlo, ahora el nño, que ya no bebé, necesitará nutrientes e interpretará el agua como un líquido hidratante y no como alimento.
Otras recomendaciones para que el bebé se mantenga hidratado es intentar no someterlo durante un largo periodo de tiempo a altas temperaturas, ya que sudará y perderá líquidos.
Si lo notas apático puede que el calor le esté afectado, alívialo abanicándolo! Si además de darle agua (que puedes llevar cómodamente en un bibe que él mimso puede coger) le mojar la nuca, la carita y las manos y los pies con algo de agua para refrescarlo esto también mantendrá su piel hidratada.
Puedes optar por una crema especial, pero siempre consúltalo con tu pediatra. Además del agua recurre también a zumos para bebés que le aportarán también nutrientes además de mantener una correcta hidratación; tu médico te irá guiando!