El dolor durante el parto es una de las principales preocupaciones de las mujeres embarazadas, especialmente de las primerizas, pero conviene no obsesionarse demasiado con ello.
Las contracciones duelen, eso es así, y aunque es cierto que hay mujeres que dan a luz con poco dolor no es lo más habitual. Sin embargo existen maneras en que puedes ayudar a mitigar el dolor.
Lo principal es no mitificar los dolores de parto, porque el miedo y la ansiedad hacen que tensiones más el cuerpo durante el trabajo de parto, lo que provoca mayor dolor. Trata de informarte sobre el proceso de dar a luz, y no temas plantear tus temores.
¿Sabes qué más puedes hacer para controlar el dolor?
1. Métete en el agua
Meterte en agua templada durante el parto te ayuda a tranquilizarte , y además la ingravidez de estar sumergida en el agua relaja los músculos, disminuyendo la presión y el dolor. Lo cierto es que no siempre es posible tener una bañera a mano, pero la mayoría de los hospitales cuentan con duchas que también pueden resultar de ayuda.
2. Recibe un masaje
Recibir un masaje puede ayudar a mantener tu atención en algo que no sea el dolor, así como a relajar los músculos del cuerpo. Siéntate cómodamente y pídele a tu pareja que te de un masaje presionando tu espalda en dirección descendente... en muchos cursos de preparación al parto enseñan cómo hacer el mejor masaje para ese momento.
3. Cambia de postura
Cambiar de postura, aunque parezca mentira, es una de las formas más eficaces de mitigar los dolores de parto. Probablemente busques, de manera inconsciente, posturas que mantengan la pelvis abierta, y echarte hacia delante, contra una pared o la cama.
También es muy bueno caminar, ya que acorta la fase de dilatación.
4. Usa la meditación y la relajación
Las clases de preparación al parto pueden ser muy útiles, ya que suelen enseñarte a respirar de manera correcta y otras técnicas de relajación, como imaginar que estás en un lugar placentero y pensar en cosas postivas.
A algunas mujeres les funciona también el concentrarse en las contracciones, pensando en ellas como algo productivo, que permitirá el nacimiento del bebé, pero esto no funciona para todo el mundo.
5. Haz ruído
Intentar controlarte a ti misma para no gritar no conseguirá más que aumentar la tensión del momento. Si necesitas gritar, hazlo, te sentirás más aliviada. También es bueno respirar de manera profunda, ya que relaja los músculos pélvicos.
6. Lleva ayuda extra
Normalmente las mujeres no están atendidas de forma constante por un médico hasta el momento de empujar. Durante las contracciones, puede ser de ayuda llevar una doula que sepa cómo ayudarte a afrontar ese momento.
7. Pide medicamentos
El umbral del dolor depende de cada mujer, y aunque a priori hubieses pensado en no utilizar medicamentos, no tiene nada de malo cambiar de opinión y recurrir a ellos.
La opción más utilizada es la anestesia epidural, pero por lástima no conviene ponerla hasta que el trabajo de parto está ya avanzado. Pregúntale a tu médico todas las opciones para mitigar el dolor antes de que llegue el momento del parto, incluso si prefieres no recurrir a sustancias químicas.