El pescado es un alimento ideal que debes incluir en tu dieta a lo largo de todo el embarazo porque es nutritivo, pobre en grasas y de fácil digestión. Te aconsejamos cuáles son los más adecuados y cómo debes cocinarlos para evitar «sorpresas» desagradables.
El pescado es muy beneficioso durante el embarzo porque es tierno y digestivo, y además una excelente fuente de proteínas. El pescado es perfecto para satisfacer las necesidades de la alimentación del embarazo. Sin embargo hay que cuidar mucho tanto su elección como la forma de prepararlo.
- Tómalo siempre bien hecho
Ten cuidado con el pescado crudo ya que podría alojar parásitos que pueden provocar algunos trastornos. Un parásito común es el anisakis, un gusano que se encuentra en numerosas especies de pescadob marino, como el arenque, el salmón, la merluza, etc. Cuando se ingieren, las larvas de anisakis causan dolores gástricos, náuseas y vómitis, incluso 6-8 horas después de la ingestión. También se pueden sufrir úlceras y fuertes dolores abdominales. Así que mejor, no comas nada de pescado crudo. Siempre opta por el pescado bien cocinado.
- Apuesta por el pescado azul
El pescado azul se encuentra entre los alimentos más ricos desde el punto de vista nutricional. Las anchoas, las sardinas y la caballa contienen una elevada cantidad de omega 3, eficaces en el control de los triglicéridos en la sangre. Así que consume más pescado azul.
- No tomes moluscos ni crustáceos
Los moluscos y los crustáceos a pesar de proceder del mar, poco tienen en común con los beneficios del pescado durante el embarazo. Los mejillones, las almejas, los langostinos, las gambas, las langostas y las ostras están contraindicados durante el embarazo, por su alto contenido en colesterol, por ser poco digestivos y, además, presentan un especial riesgo desde el punto de vista higiénico.