Según un estudio publicado por la American Physical Therapy Association (APTA), los bebés que pasan demasiado tiempo acostados de espalda tienen más riesgo de desarrollar una alteración de la forma de la cabeza y cierto retraso del desarrollo.
Los bebés necesitan pasar más tiempo boca abajo mientras están despiertos para desarrollarse adecuadamente, señaló el organismo.
La campaña «Back to Sleep» de 1992 para informar a los padres sobre la importancia de colocar de espalda a sus bebés para dormir redujo enormemente la cantidad de muertes por síndrome de muerte súbita del lactante.
La recomendación de poner a los bebés boca arriba para prevenir la muerte súbita del lactante hace que numerosos padres jamas coloquen a sus bebés boca abajo.
La combinación de dormir de espaldas y de pasar largos períodos en esta postura, hace que se presione la cabeza del bebé, lo que puede achatar su cráneo, lo que está relacionado con un aumento de deformaciones del cráneo.
Los bebés que no pasan suficiente tiempo boca abajo también pueden desarrollar rigidez o desequilibrio muscular en el cuello, una condición llamada tortícolis.
Y es que si un bebé no pasa suficiente tiempo boca abajo, no se esfuerza para levantarse sobre los codos, no levanta la cabeza para mirar alrededor ni aumenta la fuerza de los músculos del cuello y la espalda.