La cesárea voluntaria parece un sinsentido. Someterse a una operación quirúrgica por vicio…¿quién querría? Pues lo cierto es que hay mujeres que sí prefieren una cesárea, normalmente debido al miedo ante el dolor del parto. Ojo, no estoy diciendo que las cesáreas sean innecesarias, todos sabemos que en muchos casos es la única manera de que nazca un bebé sano, pero sí se cree que están aumentado este tipo de cesáreas «por elección».
Entre 2000 y 2005 las cesáreas aumentaron de 19% al 21% en los hospitales públicos, y del 30% al 36% en los hospitales privados. Evidentemente, las causas no son solo de índole psicológica, ya que, por ejemplo, el aumento de la edad a las que las mujeres tienen su primer hijo hace más probable una cesárea. Sin embargo, hay embarazadas que sí piden una cesárea sin que sea necesaria. Y en los hospitales privados en muchos casos, la consiguen.
¿Es esto una buena idea?
Cada vez existe más miedo al dolor del parto, y al mismo tiempo, el bajísimo riesgo de las cesáreas han provocado su banalización, ya que parece que es «una opción más para parir».
Lo cierto es que la cesárea no deja de ser una operación quirúrgica, y las complicaciones son mucho más frecuentes que en los partos naturales. De hecho, la mortalidad de la madre se multiplica por 7 en las cesáreas. También son más frecuentes las infecciones.
Y a pesar de que el dolor durante la operación es inexistente, el dolor durante los días siguientes es mayor que tras dar a luz por vía vaginal.
Es verdad que la cesárea, hoy por hoy, es muy segura, la probabilidad de complicaciones es baja, y el dolor posterior, soportable con calmantes . Pero debería recurrirse a ella solo cuando es necesaria, porque más baja es la probabilidad de complicaciones en los partos vaginales.
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