Debemos tener siempre presente, que los viajes afectan y modifican el sueño de un bebé. A estas edades cualquier cambio puede provocar problemas de inadaptación o irritabilidad en los pequeños, por eso lo de viajar con el bebé… cuanto menos mejor.
Mientras el niño es aún un bebé lo mejor es que se hagan los viajes más cortos e imprescindibles, para evitar las conscuencias que tendría un viaje de 8 horas en un pequeñe de estas características, modificando su rutina de sueño.
Si el viaje va a ser corto, lo más recomendable sería que lo hiciéramos coincidir con las horas de sueño del bebé.